miércoles, 29 de enero de 2014

El arte de vivir sin estres

Las tensiones del trabajo, presiones y preocupaciones familiares, económicas o las enfermedades son situaciones que nos hacen sentir agotados, de mal humor, apáticos, irritados, desalentados, nerviosos y nos olvidamos que cuando el cuerpo presenta síntomas, es que está pidiendo a gritos ayuda para una pronta recuperación de los momentos de bienestar y tranquilidad. El estrés está siempre presente en nuestra vida diaria siempre listo para "atacar" al menor signo de debilidad por nuestra parte (cansancio, exceso de trabajo, emociones, dificultades). Cuando el proceso de activación es muy intenso o dura mucho tiempo, los recursos se agotan y llega el cansancio. Debemos actuar para impedir que el estrés nos afecte, adoptando las medidas adecuadas para que no tenga poder sobre nosotros. Es muy importante aprender a cuidarse de manera responsable e inteligente, lo que no es egoísmo, sino amor a nosotros mismos, ya que si estamos bien con nosotros mismos, lo podemos estar en todos los ámbitos de nuestra vida. Síntomas físicos: - Dolor de cabeza. - Espalda - Cansancio. - Sudoración. - Gastritis. Síntomas psicológicos: - Olvidarse de las cosas. - Cansancio general. - Alteraciones. - Malas relaciones personales. - Peleas con todo el mundo. • Preocupación. • Temor. • Inseguridad. • Dificultad para decidir. • Miedo. • Pensamientos negativos sobre uno mismo. • Pensamientos negativos sobre nuestra actuación ante los otros. • Temor a la pérdida del control. Cuando una persona se enfrenta a una situación de estrés, el sueño es lo primero que se pierde (insomnio), El cansancio nos debilita, y, por lo tanto, nos deja más frágiles ante el estrés. El sueño tiene que ser lo suficientemente largo y relajante para que el cuerpo y la mente puedan descansar. ¿Qué es lo que nos falta? ¿Qué buscamos de forma incesante? El equilibrio interno, la armonía que el devenir de la vida actual nos ha ido robando. La falta de armonía interna repercute en nuestro cuerpo, y en nuestra mente. El primer paso para iniciar con el tratamiento es buscar la fuente o causa del estrés en la persona que lo sufre. Tenemos que cuidar nuestro cuerpo. La postura que adoptamos refleja nuestro estado de ánimo, y también influye sobre él. Las personas estresadas tienden a apretar los dientes, cruzar los brazos o las piernas, levantar los hombros, hundirse sobre ellas mismas. Una postura hundida (hombros caídos, espalda redonda, mirada hacia el suelo) impide respirar correctamente y aumenta el estrés. Adoptar una postura adecuada alivia instantáneamente las tensiones corporales e influye en nuestra actitud mental. La cabeza recta. Los hombros hacia atrás y relajados. La espalda siempre recta; Se produce un estiramiento lineal que nos permite respirar mejor, descomprime nuestros discos intervertebrales, relaja las tensiones y nos induce una actitud positiva, adoptando buenos hábitos de vida. La respiración nos proporciona energía. Existen medios para relajar las tensiones: masaje y actividad física, entre otros. Las prácticas de Yoga, TaiChi, Chikung, ejercicios de respiración, ejercicio físico, meditación, o, simplemente paseos al aire libre, sirven para ello. Meditar regularmente permite vaciar la mente de todas sus preocupaciones. Prestar una especial atención a nuestra respiración a través de la práctica de la respiración consciente. Así que cuando nos encontremos en un momento de tensión muy fuerte, hay que hacer una pausa, para escucharnos a nosotros mismos, hacer una lista de pendientes y ver cuáles se pueden solucionar y hacerlo, solucionar lo que nos agobia. Cada persona sabe lo que le sirve para relajarse y sentirse a gusto: unos pueden caminar en un parque, otros reunirse con amigos a jugar algo, otros van al cine, se dan un masaje, se meten en su tina con burbujas y velas encendidas, cierran los ojos y se relajan, hacen yoga, tai chi y otro tipo de ejercicios. El cuerpo y la psique necesitan todos los días de espacios de relajación El ejercicio físico no sólo permite eliminar las tensiones sino que aumenta nuestro potencial energético. Hablar con alguien que sepa escucharnos es muy importante abrimos el corazón, al hablar se aclaran algunas ideas y hasta surgen soluciones. Realizar una actividad lúdica, social, deportiva o simplemente darnos un espacio de tiempo para no hacer nada, aprender a descansar. Suele ejercer sensaciones agradables. No pierdas una buena oportunidad para divertirte. Tener objetivos claros y realizables. Pensar en varias cosas a la vez genera estrés. La gran mayoría de los problemas de estrés tienen su origen en nuestra mente y son debidos a una forma equivocada de pensar, de gestionar nuestro tiempo, de reaccionar ante los acontecimientos y de controlar nuestras emociones. Al tener ira o rencor, nuestra mente trabaja de forma continua con pensamientos negativos lo que aumenta de forma tremenda el estrés. No podemos influir en la mayoría de las situaciones externas que nos ocurren a diario, pero sí podemos aprender a enfrentarnos a ellas de forma diferente, con “pensamientos positivos”. Para impedir que el estrés nos afecte, debemos adoptar una filosofía de vida adaptada a todas las situaciones, en acuerdo con nuestro temperamento. Una forma de pensar que nos permita mantener la calma en cualquier situación. Un cambio de mirada. Volver a hacer foco sobre lo que vemos distorsionado. Controlar los pensamientos negativos, ya que darles cabida afecta nuestro estado de ánimo, y nos pone de mal humor. Esto se hace más difícil en situaciones de estrés, por lo que tendremos que hacer un esfuerzo extra, para poder encontrar los aspectos positivos. La propia situación en la que nos encontramos nos impide ver cosas positivas a nuestro alrededor. Terminamos generalizando lo malo a todas las áreas de la vida. Dejemos de vivir pendientes de lo que siempre está mal. Vivir de forma más relajada. El estrés esta en nuestra forma de ver las cosas. Gestionar correctamente nuestro tiempo: "El tiempo es lo que hacemos de él". Hacer lo que nos gusta y nos hace felices. Los hobbies son una forma muy eficaz de dejar de pensar en nuestras preocupaciones. Las actividades recreativas, solidarias o de contacto con la naturaleza, también pueden resultar de gran ayuda y antídoto contra el estrés. Dejar de sentirse responsable por el placer de los otros. Si solo estamos interesados en cumplir, responder a las demanda –tanto del exterior como internas–, no podremos relajarnos ni soltar el estrés. Aprender a decir NO sin sentirse culpable. Querer agradarle a todo el mundo implica un desgaste enorme y provoca sentimientos de frustración y culpa. Cuando no puedas o no quieras cumplir con algo que se te impone y que no es tu obligación, sólo di NO. Pide ayuda siempre que sea necesario. Debes ser consciente de que no puedes controlarlo todo. No seguir incorporando cada vez más limitaciones. Aceptar los eventos: Adaptarse a la situación: adoptar una actitud de acuerdo con ella para no desgastarse. No podemos revertir el tiempo. Aprender a ser más indulgentes con nuestros propios errores, aceptar las situaciones de la vida y tratarlas de vivir lo mejor posible. Intentar ser positivos, aun ante las adversidades en que la vida nos coloca. Separar los problemas reales de los imaginarios. Ya que estos ocupan un espacio mental precioso que se puede reservar para otras cosas. Disfrutar de los placeres simples. Intentar descubrir el placer de las cosas cotidianas como dormir, comer y pasear. Aprende a ser flexible. La rigidez no es buena en los seres humanos. Tratar de abrir la mente para descubrir nuevas alternativas a las mismas circunstancias. Principios y convicciones inflexibles pueden ser un gran peso. Aprender a delegar. Si le encargas a alguien que haga algo, no pretendas supervisar cada paso hasta que termine la tarea. Vivamos el presente. En algunos casos los acontecimientos pasados nos causan rencor y los acontecimientos futuros nos causan preocupación, al grado de terminar frustrados, ansiosos, deprimidos y desesperanzados. Mientras esto sucede, nuestros hijos crecen, la gente se aleja de nosotros y en general nos perdemos de vivir.

martes, 23 de agosto de 2011

Los Miedos

Qué es el miedo y que podemos hacer con el?:

El miedo es una emoción universal. Todos le tememos a algo: a los comienzos, a los finales, al cambio, al éxito, al fracaso, tenemos miedo de vivir, miedo a la muerte, al vacío, a la soledad, etc.
A veces por miedo a cometer errores, a sufrir un rechazo, o a los juicios de los demás terminamos abandonando nuestros deseos., nos relegamos, postergamos aquello que queremos.
Por miedo al fracaso, dejamos de hacer, de decidir, lo que finalmente termina hundiéndonos en una angustia mayor.
El miedo tiene un componente físico y un componente psíquico. El miedo está allí por que a nivel instintivo es lo que nos permite retirarnos actuar y estar alertas frente a una situación peligrosa. El miedo psicológico es más bien es el que nos genera ansiedad, preocupación, nerviosismo, tensión y temor.
Hay miedos que son preventivos (funcionales, necesarios), puesto que nos alertan de una situación de peligro, pero hay otros (disfuncionales) que nos paralizan e interrumpen nuestro desarrollo, resultan excesivos, inadecuados y destructivos. Son estos los miedos que nos angustian, inhiben, nos prohíben, nos imposibilitan y nos desorganizan.
El miedo nos hace aferrarnos a cosas que no nos favorecen. Muy a menudo evita que progresemos en nuestras vidas, impidiéndonos experimentar la vida tal como la queremos. La idea sería poder avanzar a pesar de las dudas y el temor que se nos presente en el camino
El miedo no es el problema en sí, sino que es una señal de que existe un problema. Si podemos tomarlo de esta forma entonces prestaremos atención a qué es lo que el miedo nos esta tratando de decir. Enojarnos con esa parte miedosa, no nos conduce a nada, Resulta necesario hacer un aprendizaje para poder aprovecharlo. Tampoco se trata de anestesiarlo, silenciarlo o negarlo haciendo como si fuera que no lo tenemos. Se trata de observarlo, y reconocer a su vez con que recursos y soportes, uno cuenta para afrontarlos.
Si uno no vence al miedo, este nos termina venciendo a nosotros y controlándonos, quedándonos con un sentimiento de impotencia.
. ¿Qué podemos hacer con el miedo?. Se trata de usar los soportes y de adquirir (si no la tenemos) y aumentar (si esta disminuida) la confianza en uno mismo, para poder afrontar todo lo que nos suceda en el camino, es haciendo las cosas, como uno va logrando sentirse mejor consigo mismo, haciendo uno va adquiriendo mayor confianza y seguridad.

Lic. Claudia Judkowsky
Psicóloga (U:B:A)
5901-2313 / (15) 4184-2930 claudia.judkowsky@yahoo.com.ar

miércoles, 8 de julio de 2009

Grupo Con Mujeres

Queridas amigas mujeres queremos invitarlas a participar de nuestra propuesta

Libre de Ser

Un espacio para encontrar-te
“Un lugar para propiciar nuestra salud, Armonizar el cuerpo, la mente y el alma”


“El Poder de lo Femenino”

Para que necesitamos un espacio para nostras mismas?

· Para autoconocernos, saber quienes somos, lo que queremos, que necesitamos y hacia donde vamos
· Crecer y realizarnos personalmente y profesionalmente
· Conectarnos con las sensaciones, sentimientos y emociones
· Encontrar nuestra identidad y favorecer nuestra estima
· hablar de lo que nos pasa.
· comprender y sanar nuestro pequeño mundo, (nosotras mismas, la familia, el trabajo, los seres queridos, etc.).
· Para descubrir la mujer que somos
· Para potenciar nuestra femineidad

Te brindamos:
· Un espacio de encuentro, para hablar pensar, compartir, sentir, intercambiar vivencias y experiencias frente a los planteos, preguntas y cambios que nos van surgiendo a lo largo de nuestras vidas..
· Un sitio de transformación y enriquecimiento mutuo
· Un medio para nutrirse, mejorar nuestras relaciones, y de este modo sentirnos más felices, a gusto con nosotras mismas y con lo demás..
· Un ambiente de contención, escucha, y respeto
· Un espacio para la libre expresión y la apertura
· Un ámbito para encontrar otras formas de ver la vida.
· Un páramo para alentar, favorecer y fomentar la creatividad
· Una oportunidad para estimular el crecimiento personal, el aprendizaje, y la aceptación

Cómo lo vamos a hacer?
· A través de encuentros dinámicos (el verdadero conocimiento se adquiere de forma vivencial - experiencial)
· Utilizando diferentes técnicas como por ejemplo role-playing, disparadores que movilicen a la reflexión (videos, chistes, afiches), trabajo en subgrupos, juegos, meditación y diversas técnicas que ayuden tambien a la introspección.
· Brindando la mayor cantidad de herramientas posibles para que podamos comprender y cambiar lo que nos sucede cotidianamente.

Te proponemos:

· Conformar un grupo de mujeres de diversas edades,
· con una frecuencia semanal
· de 1 ½ hs. de duración por cada encuentro.

Las coordinadoras....
· Acompañamos, guiamos, facilitamos y promovemos el intercambio y la interacción de las participantes, vehiculizando lo va sucediendo, respondiendo a los cuestionamientos y dudas que vayan apareciendo,
· Promoviendo soluciones, encausar la tarea y los temas propuestos.


Lic. Claudia Judkowsky y Lic. Mónica Ostromujoff
5901-2313/(15)4184-2930 / 4342-2924/4307-0502/(15)5658-6613
claudia.judkowsky@yahoo.com.ar / monic.ost@hotmail.com

viernes, 3 de abril de 2009

El proyecto de ser padres

“sólo hay dos legados que podemos dejarles a nuestros hijos: una son raíces y otra son alas”

Tener un hijo es comenzar una nueva etapa en la vida, es un hecho que modifica todo lo anterior y que no se comprende hasta que se pasa por ello.
Con la llegada de un niño a la pareja, se arma una nueva familia pero este proceso esta lleno de cambios, y como tal exige un gran monto de adaptaciones. De la madre y el padre hacia el niño, de él hacia ellos, también se producen cambios profundos en la pareja y todo esto no es fácil de atravesar, lleva tiempo, esfuerzo y paciencia.
La pareja tendrá que ponerse de acuerdo, en la medida de lo posible, respecto a que proyecto tiene y como cree que quiere armar la familia, ya como padres y como adultos responsables tenemos la misión más importante y gratificante, pero a la vez más ardua complicada y costosa del mundo que es “generar una persona”.
Las relaciones se hacen más complejas. Se pueden llegar a acentuar las diferencias, diferentes modos de conexión y diferentes funciones. Esto puede significar el inicio de una grieta en el vínculo de la pareja.
El encuentro armónico entre todos los miembros de la nueva familia que se constituye es un arte, la pareja tiene que estar bien integrada para poder contenerse mutuamente y continuar cuidando al bebé y sobrellevar los posibles desencuentros que puedan surgir.
La mujer tiene que darle espacio a su marido, cuando éste quiere intervenir, ayudar y contener.
La relación conyugal tiene que tener la oportunidad de seguir floreciendo y enriqueciéndose.
La comunicación se hace muy importante, tanto como que cada uno pueda seguir teniendo la oportunidad de desarrollarse en lo individual, de lo contrario se hará muy difícil el sostenimiento del matrimonio.
En esta escuela serán los maestros, los directores, los celadores, etc. No hay feriados, ni vacaciones, ni aumentos de sueldo y se aprende a partir de la propia experiencia, ya que esta no es transferible por más libros que leamos acerca de cómo ser buenos padres.
Por lo tanto para salir airosos de esto es necesario tener una cuota muy importante de equilibrio, paciencia, compromiso, tacto, sentido común, amor sabiduría, conciencia, y saber que estamos haciendo lo mejor que podemos con las herramientas que disponemos hasta ese momento, sabiendo además que nunca es tarde para seguir aprendiendo, y muchas cosas las iremos cultivando, conforme vayan creciendo nuestros hijos.
Por otra parte requiere que seamos maduros, ya que si todavía no hemos resuelto dificultades de nuestra infancia, tampoco podremos colocarnos como padres de nuestros hijos, ya que en ese caso, la posición que ocupamos es de hijos, y no de padres.
Con los hijos se juegan aspectos nuestros muy profundos, nuestras propias experiencias infantiles se reactualizan en la crianza de ellos. Aquellos aspectos que no han sido elaborados, se transmiten y dejan marcas, fantasmas internos (la exclusión, el desamparo la exigencia, los celos, necesidad de protección) pueblan nuestra mente y que sin darnos cuenta influyen y se interponen, produciendo efectos.
La relación entre padres e hijos es asimétrica
La idea del hijo es previa a su nacimiento, y por lo general el ideal que proyectamos hacia él no se condice con lo que luego el niño va a ser.
El vínculo con el hijo se va construyendo. No se es padre en abstracto sino que se es en relación a cada hijo, ya que cada uno despierta emociones diferentes por eso dos hijos nos son iguales, el contexto en el que cada uno nace no es el mismo aunque tengan los mismos padres.
Es una tarea que se va a ir desarrollando a través del tiempo, y que no será igual con cada hijo, no es lo mismo si es el primero, el segundo, si es nena o varón. Ya que en cada uno proyecta aspectos propios distintos, por lo tanto el vínculo también lo será.
Es una función que nunca se acaba, es dinámica ya que va cambiando con el tiempo, de acuerdo a las etapas que van atravesando los hijos y los momentos personales que nosotros también vamos atravesando.
Descubrirnos como padres y descubrir a nuestros hijos puede resultar una experiencia única y totalmente transformadora. La mejor manera de ayudar a nuestros hijos es ayudándonos a nosotros mismos, transmitiéndoles la alegría de vivir.
La familia ideal no existe, ni tampoco los padres perfectos, ni el hijo perfecto, por lo tanto hagamos lo mejor posible de lo que esté a nuestro alcance
Ser padres implica aceptarnos imperfectos y también aceptar a nuestros hijos tal como ellos son y no como nosotros queremos que sean.
Será cuestión de asumir y aceptar nuestras contradicciones, sin juzgarnos. Esforcémonos por hacer lo mejor posible, no lo perfecto.
Ser padres implica cuidar, acompañar, crear un espacio para que los hijos puedan luego empezar a recorrer un camino propio. Es enseñarles a valerse por sí mismos, para que luego puedan ser independientes. Es aceptar que tomen sus propias decisiones, que no siempre serán de nuestro agrado, ni responderán a nuestras propias expectativas
La mayoría de los padres queremos que la vida de nuestros hijos sea buena y esperamos poder proporcionarles las herramientas necesarias para que así lo sea. Y lo que más desean nuestros hijos es saber que son amados por sus padres.
Nuestro trabajo es motivarlos para que desarrollen un placer por la vida, que sean felices, que disfruten de todo lo que les toca vivir, que puedan realizarse y concretar sus sueños.
Lo mejor que podemos hacer es ayudarlos a que desarrollen un equipo de herramientas para poder afrontar la vida, y que encuentren su propio camino hacia la satisfacción, siguiendo lo que ellos quieren ser y no lo que nosotros queremos que sean. Solo podemos motivarlos para que ellos lo encuentren, pero no podemos hacer las cosas por ellos, ya que serán ellos los que tendrán que encontrarlo por sí mismos. Y decirles que estaremos allí, que seguiremos queriéndolos y acompañándolos, independientemente de lo que ellos elijan.

jueves, 2 de abril de 2009

Lineamientos para el Taller de Autoestima


El concepto de uno mismo empieza en nuestra casa.
Somos como los escultores de nuestros niños, ya estamos modelando su personalidad. Por ello es tan importante lo que hagamos y digamos con ellos, ya que estamos formando su ser y esta es una de las tareas más importantes que nos toca hacer durante toda la vida.
La familia es el marco dónde aprendemos la relación con el mundo externo. Es el lugar dónde se crece, se llora, se aprende a vivir y se adquieren valores.
La familia es una estructura dinámica, va cambiando con el tiempo, no es lo mismo cuando los chicos son chicos, que cuando son adolescentes, ni cuando ya son más grandes.
El buen clima familiar influye en los niños.
La autoestima se constituye en la infancia, por ello es muy importante fomentarla y desarrollarla, desde muy pequeños.
Los niños aprenden de los modelos y de lo que ven en sus padres, más que de aquello que se les dice.
También es importante valorarnos a nosotros mismos.
Cada uno es un ser único e irrepetible, aunque halla nacido en la misma familia.
La belleza es la esencia.
Una autoestima alta implica seguridad. Una autoestima baja implica miedo e inseguridad.
La autoestima implica aceptación, y no es lo mismo que el egoísmo, ni el egocentrismo, ni que la soberbia.
Aceptación implica tomar al otro tal cual es y no como nosotros queremos que sea.
Los mimos, los abrazos, la paciencia, los cuidados, favorecen la autoestima. Las caricias implican sentirse reconocidos, ser queridos y sentimientos de pertenencia.
Creer en los niños y en su potencial.
Podemos poner en palabras sus emociones, por ej: “estás enojado”, “estás triste”, “estás contento”, etc. Y así que ellos también puedan aprender a expresarlas.
Los bebés dependen absolutamente del Otro (de cómo es su mirada, como es su sostén).
Por ejemplo si un bebé llora y su madre le dice”no te aguanto”, “desde que naciste lo único que haces es traerme problemas”, cómo será la autoestima de este niño?
Por ello sería bueno revisar lo que les decimos y como los miramos. Que mensajes les transmitimos?, son limitativos o de aprobación?
Sería bueno hacernos concientes del modelo de comunicación que estamos estableciendo.
Festeja, alentar y estimular sus logros.
Cuidarnos con los esteriotipos, por ej: “sos torpe”, “sos un chico difícil”, “no sos cuidadoso”, sos desordenado”,etc.
Evitar las generalizaciones, como “vos siempre...”, “Vos nunca...”
No centrarse tan solo en los aspectos negativos, ya que esto implica reforzarlos, e implica para los niños sentirse rechazados o no aceptados tal cual son.
Por lo general hablarles en positivo y tratar de elogiarlos, cuando hacen algo bueno, pero si no lo hacen, por ejemplo les salió mal alguna prueba, alentarlo para que siga intentando y que podrá mejorar en la próxima, pero no un elogio falso, ya que esto implica negar la realidad, y genera desconfianza. De este modo les ofrecemos orientación, y les estamos diciendo cuales son nuestras expectativas respecto a ellos.
Cuando el elogio es genuino ayuda a reconocer sus logros y a construir una buena imagen propia.
La sobreprotección resulta contraproducente, ya que genera que ellos sean inseguros por si mismos y que dependan absolutamente de los adultos que los rodean, no podrán ni aprenderán a valerse por sí mismos.
Evitar comparaciones, revisar nuestros prejuicios.
Evitar las culpas o transmitir mensajes degradantes, insultos, rebajar
Todos tenemos talentos y virtudes, fortalezas y defectos.
Como somos nosotros con nuestros defectos y con los de los demás?. Nos criticamos a nosotros mismos?, los estamos marcando todo el tiempo?, o podemos perdonarnos/ perdonarlos?.
A veces somos muy autoexigentes y pretendemos ser perfectos, tenemos como si fuera un juez interior, que nunca esta conforme con lo que hacemos y aunque hagamos bien las cosas nunca alcanza.
El autoreproche, el castigarnos a nosotros mismos, no sirve, podemos aprender de nuestros errores, no somos perfectos, ni nuestros hijos tampoco.
Estamos a tiempo de cambiar y de darnos cuenta aquello que no nos gusta de nosotros, para mejorar nuestra relación con nuestros hijos.
Podemos intentar ser lo mejor posible con las herramientas que tenemos en ese momento, tratar de aprender y de mejorar, pero no podemos pretender ser perfectos.

Inter-Cambios


Aportes para el desarrollo personal
e interpersonal

Ciclo de talleres con padres 2009
“Como guiamos a nuestros hijos

1er taller: “Como favorecer la autoestima de nuestros hijos” Comienzo Jueves 16 de Abril de 2009

Próximas fechas y temas:
1 Jueves por mes de 19 a 21 hs.
En Hipólito Yrigoyen 2085 1º “4”

Fechas Temas
14 de Mayo “Límites”
11 de Junio “Comunicación y vínculos”
16 de Julio “Adolescencia”
13 de Agosto “Sexualidad”
17 de Septiembre “La familia: El proyecto de ser padres”
15 de Octubre “Los Miedos”
12 de noviembre “Padres primerizos”
10 de diciembre “El nido vacío: Los hijos que se van”

Cupo limitado (hasta 30 personas)
Costo: $30 por persona (por cada taller)
Promo matrimonios: $50 (por cada taller)

Para aquellos que no puedan concurrir el día jueves se dictaran los mismos talleres los días
Miércoles de 19 a 21Hs.
Comienzo Miércoles 22 de Abril en el Centro Integral de Actividades Terapéuticas (CIAT)
En Malabia 2220 (Palermo)

Si Todavía no reservaste tu vacante, hacelo ya vía mail o telefónicamente, quedan pocas

Informes e inscripción 5901-2313 (15) 4184-2930 ó
claudia.judkowsky@yahoo.com.ar

No te lo pierdas seguramente vas a salir enriquecido de esta experiencia

Afectuosamente
Claudia Judkowsky
Lic. en Psicología
Desarrollo Personal e Interpersonal

jueves, 5 de febrero de 2009

Los límites, ¿Para que sirven y porque es tan importante ponerlos?

Los límites cumplen la función de organizar la necesidad imperiosa de los chicos de satisfacer inmediatamente sus demandas. Juegan un rol fundamental en la formación de la personalidad y la estructuración de la conducta. Posibilitan una regulación sobre sus actos y con la ayuda de los adultos les permitirá incorporar normas y valores. Esto contribuye a que el niño vaya conformando una estructura interna que le permita posteriormente, controlar sus propios impulsos. Y les enseña a esperar.

La familia proporciona en un primer momento esa estructura estable para que luego cada individuo pueda ejercitar su libertad, no es sin eso. No se trata de que cada uno hace lo que quiere, por eso hablamos de la necesidad de límites.

Los límites tienen mala prensa, ya que suelen estar asociados a la inhibición, la censura o la represión. Pero, esto no es así ya que un encuadre claramente limitado permite accionar con libertad, dentro de un espacio, la persona se siente contenida, sin temor y se puede expandir su creatividad. Por lo tanto el límite también puede ser posiblitador, habilitante y, por supuesto, contenedor. Sin una plataforma de sostén, no hay crecimiento posible.
Los padres no son los amigos de los hijos, hay cierto orden de autoridad que se debe mantener, sin confundirla con autoritarismo.
Existen dos extremos: por un lado principios rígidos, que no se ajustan a los cambios y por el otro no dar ningún tipo de orientación, donde las cosas se nos irían de las manos, y los chicos quedan a la deriva. Y como sabemos ningunos de los extremos son buenos, la cuestión es poder llegar a un equilibrio.
Los padres tenemos que ser capaces de decir que si o que no con firmeza. El “No” es un término muy importante en la vida de los niños, pero no por ello tenemos que emplearlo de manera excesiva. Emplearla para impedir situaciones de peligro y para establecer normas.

En varias ocasiones los padres han manifestado tener miedo por la reacción enojo, rebeldía o llanto que los chicos pueden llegar a tener. Les preocupa que la frustración, consecuencia del límite, les provoque algún daño. La existencia distintos criterios entre los padres y la comparación de los chicos hacen respecto a lo que sucede en otras casas, por ejemplo, “pero porque yo no puedo si a María la dejan”, puede generar en nosotros la duda si esta bien o no lo que estamos haciendoi.
Es útil tener presente que no es necesario estar de acuerdo en todo con la pareja, pero lo importante es que exista un piso común construido a partir del respeto hacia el otro y la responsabilidad común que tienen ambos progenitores en relación con la crianza de sus hijos.
Ya que poner límites es un trabajo necesario, y requiere dedicación.

Considero de suma utilidad participar en intercambios con pares a los que le suceden las mismas cosas. Contribuir a generarlos en los ámbitos escolares o sociales; informarse lo más posible sobre formas de intervención familiar y/o institucional que se utilizan; fortalecerse como pareja y si se está solo/a con amigos/as en actividades gratificantes que ayuden a sostener el gasto de energía de criar a los hijos; y pedir ayuda profesional cuando las cosas se escapan de de las manos.

Lic. Claudia Judkowsky