viernes, 3 de abril de 2009

El proyecto de ser padres

“sólo hay dos legados que podemos dejarles a nuestros hijos: una son raíces y otra son alas”

Tener un hijo es comenzar una nueva etapa en la vida, es un hecho que modifica todo lo anterior y que no se comprende hasta que se pasa por ello.
Con la llegada de un niño a la pareja, se arma una nueva familia pero este proceso esta lleno de cambios, y como tal exige un gran monto de adaptaciones. De la madre y el padre hacia el niño, de él hacia ellos, también se producen cambios profundos en la pareja y todo esto no es fácil de atravesar, lleva tiempo, esfuerzo y paciencia.
La pareja tendrá que ponerse de acuerdo, en la medida de lo posible, respecto a que proyecto tiene y como cree que quiere armar la familia, ya como padres y como adultos responsables tenemos la misión más importante y gratificante, pero a la vez más ardua complicada y costosa del mundo que es “generar una persona”.
Las relaciones se hacen más complejas. Se pueden llegar a acentuar las diferencias, diferentes modos de conexión y diferentes funciones. Esto puede significar el inicio de una grieta en el vínculo de la pareja.
El encuentro armónico entre todos los miembros de la nueva familia que se constituye es un arte, la pareja tiene que estar bien integrada para poder contenerse mutuamente y continuar cuidando al bebé y sobrellevar los posibles desencuentros que puedan surgir.
La mujer tiene que darle espacio a su marido, cuando éste quiere intervenir, ayudar y contener.
La relación conyugal tiene que tener la oportunidad de seguir floreciendo y enriqueciéndose.
La comunicación se hace muy importante, tanto como que cada uno pueda seguir teniendo la oportunidad de desarrollarse en lo individual, de lo contrario se hará muy difícil el sostenimiento del matrimonio.
En esta escuela serán los maestros, los directores, los celadores, etc. No hay feriados, ni vacaciones, ni aumentos de sueldo y se aprende a partir de la propia experiencia, ya que esta no es transferible por más libros que leamos acerca de cómo ser buenos padres.
Por lo tanto para salir airosos de esto es necesario tener una cuota muy importante de equilibrio, paciencia, compromiso, tacto, sentido común, amor sabiduría, conciencia, y saber que estamos haciendo lo mejor que podemos con las herramientas que disponemos hasta ese momento, sabiendo además que nunca es tarde para seguir aprendiendo, y muchas cosas las iremos cultivando, conforme vayan creciendo nuestros hijos.
Por otra parte requiere que seamos maduros, ya que si todavía no hemos resuelto dificultades de nuestra infancia, tampoco podremos colocarnos como padres de nuestros hijos, ya que en ese caso, la posición que ocupamos es de hijos, y no de padres.
Con los hijos se juegan aspectos nuestros muy profundos, nuestras propias experiencias infantiles se reactualizan en la crianza de ellos. Aquellos aspectos que no han sido elaborados, se transmiten y dejan marcas, fantasmas internos (la exclusión, el desamparo la exigencia, los celos, necesidad de protección) pueblan nuestra mente y que sin darnos cuenta influyen y se interponen, produciendo efectos.
La relación entre padres e hijos es asimétrica
La idea del hijo es previa a su nacimiento, y por lo general el ideal que proyectamos hacia él no se condice con lo que luego el niño va a ser.
El vínculo con el hijo se va construyendo. No se es padre en abstracto sino que se es en relación a cada hijo, ya que cada uno despierta emociones diferentes por eso dos hijos nos son iguales, el contexto en el que cada uno nace no es el mismo aunque tengan los mismos padres.
Es una tarea que se va a ir desarrollando a través del tiempo, y que no será igual con cada hijo, no es lo mismo si es el primero, el segundo, si es nena o varón. Ya que en cada uno proyecta aspectos propios distintos, por lo tanto el vínculo también lo será.
Es una función que nunca se acaba, es dinámica ya que va cambiando con el tiempo, de acuerdo a las etapas que van atravesando los hijos y los momentos personales que nosotros también vamos atravesando.
Descubrirnos como padres y descubrir a nuestros hijos puede resultar una experiencia única y totalmente transformadora. La mejor manera de ayudar a nuestros hijos es ayudándonos a nosotros mismos, transmitiéndoles la alegría de vivir.
La familia ideal no existe, ni tampoco los padres perfectos, ni el hijo perfecto, por lo tanto hagamos lo mejor posible de lo que esté a nuestro alcance
Ser padres implica aceptarnos imperfectos y también aceptar a nuestros hijos tal como ellos son y no como nosotros queremos que sean.
Será cuestión de asumir y aceptar nuestras contradicciones, sin juzgarnos. Esforcémonos por hacer lo mejor posible, no lo perfecto.
Ser padres implica cuidar, acompañar, crear un espacio para que los hijos puedan luego empezar a recorrer un camino propio. Es enseñarles a valerse por sí mismos, para que luego puedan ser independientes. Es aceptar que tomen sus propias decisiones, que no siempre serán de nuestro agrado, ni responderán a nuestras propias expectativas
La mayoría de los padres queremos que la vida de nuestros hijos sea buena y esperamos poder proporcionarles las herramientas necesarias para que así lo sea. Y lo que más desean nuestros hijos es saber que son amados por sus padres.
Nuestro trabajo es motivarlos para que desarrollen un placer por la vida, que sean felices, que disfruten de todo lo que les toca vivir, que puedan realizarse y concretar sus sueños.
Lo mejor que podemos hacer es ayudarlos a que desarrollen un equipo de herramientas para poder afrontar la vida, y que encuentren su propio camino hacia la satisfacción, siguiendo lo que ellos quieren ser y no lo que nosotros queremos que sean. Solo podemos motivarlos para que ellos lo encuentren, pero no podemos hacer las cosas por ellos, ya que serán ellos los que tendrán que encontrarlo por sí mismos. Y decirles que estaremos allí, que seguiremos queriéndolos y acompañándolos, independientemente de lo que ellos elijan.

jueves, 2 de abril de 2009

Lineamientos para el Taller de Autoestima


El concepto de uno mismo empieza en nuestra casa.
Somos como los escultores de nuestros niños, ya estamos modelando su personalidad. Por ello es tan importante lo que hagamos y digamos con ellos, ya que estamos formando su ser y esta es una de las tareas más importantes que nos toca hacer durante toda la vida.
La familia es el marco dónde aprendemos la relación con el mundo externo. Es el lugar dónde se crece, se llora, se aprende a vivir y se adquieren valores.
La familia es una estructura dinámica, va cambiando con el tiempo, no es lo mismo cuando los chicos son chicos, que cuando son adolescentes, ni cuando ya son más grandes.
El buen clima familiar influye en los niños.
La autoestima se constituye en la infancia, por ello es muy importante fomentarla y desarrollarla, desde muy pequeños.
Los niños aprenden de los modelos y de lo que ven en sus padres, más que de aquello que se les dice.
También es importante valorarnos a nosotros mismos.
Cada uno es un ser único e irrepetible, aunque halla nacido en la misma familia.
La belleza es la esencia.
Una autoestima alta implica seguridad. Una autoestima baja implica miedo e inseguridad.
La autoestima implica aceptación, y no es lo mismo que el egoísmo, ni el egocentrismo, ni que la soberbia.
Aceptación implica tomar al otro tal cual es y no como nosotros queremos que sea.
Los mimos, los abrazos, la paciencia, los cuidados, favorecen la autoestima. Las caricias implican sentirse reconocidos, ser queridos y sentimientos de pertenencia.
Creer en los niños y en su potencial.
Podemos poner en palabras sus emociones, por ej: “estás enojado”, “estás triste”, “estás contento”, etc. Y así que ellos también puedan aprender a expresarlas.
Los bebés dependen absolutamente del Otro (de cómo es su mirada, como es su sostén).
Por ejemplo si un bebé llora y su madre le dice”no te aguanto”, “desde que naciste lo único que haces es traerme problemas”, cómo será la autoestima de este niño?
Por ello sería bueno revisar lo que les decimos y como los miramos. Que mensajes les transmitimos?, son limitativos o de aprobación?
Sería bueno hacernos concientes del modelo de comunicación que estamos estableciendo.
Festeja, alentar y estimular sus logros.
Cuidarnos con los esteriotipos, por ej: “sos torpe”, “sos un chico difícil”, “no sos cuidadoso”, sos desordenado”,etc.
Evitar las generalizaciones, como “vos siempre...”, “Vos nunca...”
No centrarse tan solo en los aspectos negativos, ya que esto implica reforzarlos, e implica para los niños sentirse rechazados o no aceptados tal cual son.
Por lo general hablarles en positivo y tratar de elogiarlos, cuando hacen algo bueno, pero si no lo hacen, por ejemplo les salió mal alguna prueba, alentarlo para que siga intentando y que podrá mejorar en la próxima, pero no un elogio falso, ya que esto implica negar la realidad, y genera desconfianza. De este modo les ofrecemos orientación, y les estamos diciendo cuales son nuestras expectativas respecto a ellos.
Cuando el elogio es genuino ayuda a reconocer sus logros y a construir una buena imagen propia.
La sobreprotección resulta contraproducente, ya que genera que ellos sean inseguros por si mismos y que dependan absolutamente de los adultos que los rodean, no podrán ni aprenderán a valerse por sí mismos.
Evitar comparaciones, revisar nuestros prejuicios.
Evitar las culpas o transmitir mensajes degradantes, insultos, rebajar
Todos tenemos talentos y virtudes, fortalezas y defectos.
Como somos nosotros con nuestros defectos y con los de los demás?. Nos criticamos a nosotros mismos?, los estamos marcando todo el tiempo?, o podemos perdonarnos/ perdonarlos?.
A veces somos muy autoexigentes y pretendemos ser perfectos, tenemos como si fuera un juez interior, que nunca esta conforme con lo que hacemos y aunque hagamos bien las cosas nunca alcanza.
El autoreproche, el castigarnos a nosotros mismos, no sirve, podemos aprender de nuestros errores, no somos perfectos, ni nuestros hijos tampoco.
Estamos a tiempo de cambiar y de darnos cuenta aquello que no nos gusta de nosotros, para mejorar nuestra relación con nuestros hijos.
Podemos intentar ser lo mejor posible con las herramientas que tenemos en ese momento, tratar de aprender y de mejorar, pero no podemos pretender ser perfectos.

Inter-Cambios


Aportes para el desarrollo personal
e interpersonal

Ciclo de talleres con padres 2009
“Como guiamos a nuestros hijos

1er taller: “Como favorecer la autoestima de nuestros hijos” Comienzo Jueves 16 de Abril de 2009

Próximas fechas y temas:
1 Jueves por mes de 19 a 21 hs.
En Hipólito Yrigoyen 2085 1º “4”

Fechas Temas
14 de Mayo “Límites”
11 de Junio “Comunicación y vínculos”
16 de Julio “Adolescencia”
13 de Agosto “Sexualidad”
17 de Septiembre “La familia: El proyecto de ser padres”
15 de Octubre “Los Miedos”
12 de noviembre “Padres primerizos”
10 de diciembre “El nido vacío: Los hijos que se van”

Cupo limitado (hasta 30 personas)
Costo: $30 por persona (por cada taller)
Promo matrimonios: $50 (por cada taller)

Para aquellos que no puedan concurrir el día jueves se dictaran los mismos talleres los días
Miércoles de 19 a 21Hs.
Comienzo Miércoles 22 de Abril en el Centro Integral de Actividades Terapéuticas (CIAT)
En Malabia 2220 (Palermo)

Si Todavía no reservaste tu vacante, hacelo ya vía mail o telefónicamente, quedan pocas

Informes e inscripción 5901-2313 (15) 4184-2930 ó
claudia.judkowsky@yahoo.com.ar

No te lo pierdas seguramente vas a salir enriquecido de esta experiencia

Afectuosamente
Claudia Judkowsky
Lic. en Psicología
Desarrollo Personal e Interpersonal